

This is an authorized translation of an Eos article. Esta es una traducción al español autorizada de un artículo de Eos.
Source: Geophysical Research Letters
Hace 56 millones de años, durante el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (PETM, por sus siglas en inglés), las temperaturas globales aumentaron más de 5°C durante 100,000 años o más. En ese tiempo, se liberaron entre 3,000 y 20,000 petagramos de carbono a la atmósfera, lo que provocó una grave alteración de los ecosistemas y de la vida marina a nivel global, y dio lugar a un prolongado estado de efecto invernadero.
Se espera que el calentamiento global antropogénico actual también altere el ciclo del carbono terrestre durante miles de años. Entre 1850 y 2019, se liberaron aproximadamente 2,390 petagramos de dióxido de carbono (CO₂) a la atmósfera y con el uso continuo de combustibles fósiles, es posible que en los próximos siglos se liberen otros 5,000 petagramos. Sin embargo, las estimaciones sobre la duración de esta alteración varían considerablemente, desde unos 3,000 hasta 165,000 años.
Comprender cuánto tiempo se vio afectado el ciclo del carbono durante el PETM podría ofrecer pistas clave sobre la gravedad y duración de las alteraciones derivadas del cambio climático antropogénico. Investigaciones previas, basadas en registros de isótopos de carbono, estimaban que el PETM duró entre 120,000 y 230,000 años. Ahora, Piedrahita et al. sugieren que este evento de calentamiento se prolongó por casi 269,000 años.
La evidencia del PETM se encuentra en el registro geológico como una marcada disminución en las proporciones de isótopos estables de carbono. Este descenso se divide en tres fases, cada una representando distintas etapas de alteración y recuperación del ciclo del carbono. Las estimaciones previas sobre el final de esta disminución han variado ampliamente debido al ruido presente en los datos sobre los que se basan.
En esta nueva investigación, los científicos analizaron seis registros sedimentarios con edades bien establecidas en trabajos previos: un registro terrestre de la cuenca Bighorn en Wyoming y cinco registros sedimentarios marinos de diversas localidades. En lugar de basarse únicamente en datos sin procesar, como en trabajos anteriores, aplicaron un enfoque probabilístico que considera las incertidumbres analíticas y cronológicas, lo que permitió restringir con mayor precisión el intervalo temporal del PETM.
En particular, el estudio sugiere que el periodo de recuperación tardó mucho más de lo que indicaban las estimaciones anteriores—más de 145,000 años. Según los autores, este tiempo extendido de recuperación durante el PETM indica que los escenarios futuros de cambio climático podrían afectar el ciclo del carbono por más tiempo del que predicen la mayoría de los modelos actuales. (Geophysical Research Letters, https://doi.org/10.1029/2024GL113117, 2025)
—Rebecca Owen (@beccapox.bsky.social), Escritora de ciencia
This translation by Saúl A. Villafañe-Barajas (@villafanne) was made possible by a partnership with Planeteando and Geolatinas. Esta traducción fue posible gracias a una asociación con Planeteando y Geolatinas.

Text © 2025. AGU. CC BY-NC-ND 3.0
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